
La participación ciudadana es una pieza fundamental del sistema democrático que promueve el fortalecimiento de las confianzas y una sociedad activa que ayudará a impulsar cualquier aspecto de la vida social, económica, cultural o política en nuestras ciudades. En este contexto, IUS desarrolló un proceso de innovación orientado a fortalecer el liderazgo de 2.300 micro empresarios del barrio La Chimba, que es el mercado más importante de Chile y es visitado por más de 8.000 personas diariamente. El desafío consistía en instalar una conversación consensuada en relación al problema de los residuos orgánicos, nuevas prácticas de gestión de residuos y un compromiso hacia el cuidado ambiental e higiene. La evidencia observable antes de comenzar el proyecto eran calles contaminadas con líquidos y gran cantidad de residuos orgánicos (14.500 kilos mensuales) y una precaria infraestructura.
El objetivo estaba enfocado a promover una cultura de gestión sustentable y participativa de los residuos sólidos a través de una campaña de sensibilización. La estrategia de implementación consideró utilizar como rostros de campaña comunicacional a una selección representativa de actores comerciantes del barrio, quienes definieron el mensaje de campaña, el que luego fue instalado en soportes de vía pública en el barrio La Chimba. Hoy día y luego de 2 años de iniciada esta y una serie de otras acciones coordinadas a través del programa de los 60 Barrios Comerciales de Sercotec del Gobierno de Chile, el barrio presenta una renovada cara que invita al público chileno y extranjero a disfrutar de este hito turístico de la ciudad en el que se ofrecen productos frescos para una alimentación saludable.
Este caso da cuenta de que el compromiso activo de los ciudadanos en los asuntos públicos, enriquece la acción del Gobierno y la dota de eficacia. Y al mismo tiempo, este derecho ciudadano ayuda a generar un equipo de gobierno más exigente y de calidad.
En IUS interpretamos que el proceso participativo es una conversación constructiva generada entre la ciudadanía y las instituciones, donde tenemos la oportunidad de co-diseñar futuro y dar seguimiento del trabajo y la acción de nuestros gobernantes en los asuntos públicos, abriendo la posibilidad de colaborar en la construcción de una sociedad desarrollada.
En nuestra experiencia, las metodologías que hemos implementado en procesos participativos, permiten que las decisiones ganen legitimidad, representen un proyecto de bien público y transformen inteligencia colectiva en valor para el ecosistema social de la industria de la construcción, repercutiendo en la calidad de vida urbana.